Zidane se movía con la prestancia de un torero. Cada gesto suyo era pura maestría y elegancia innata, él orquestaba el juego con fuego interior. Sus pases eran milimétricos, como pinceladas magistrales en un https://oisiryme317929.fireblogz.com/69828183/qué-originó-la-reacción-de-zidane