Queridos míos, yo los exhorto, como a gente de paso y extranjeros: no cedan a esos deseos carnales que combaten contra el alma. En el simpatía no hay lado para el temor: al contrario, el inclinación perfecto elimina el temor, porque el temor supone un castigo, y el que https://lindseye925ttn9.bloggerchest.com/profile